lunes, 7 de julio de 2008

Martes 8 de Julio : Cuento de Pinocho


Hace mucho tiempo, un carpintero llamado Gepeto, como se sentíamuy solo, cogió de su taller un trozo de madera y construyó unmuñeco llamado Pinocho.
–¡Qué bien me ha quedado! –exclamó–. Lástima que no tengavida. Cómo me gustaría que mi Pinocho fuese un niño de verdad.Tanto lo deseaba que un hada fue hasta allí y con su varita diovida al muñeco.–¡Hola, padre! –saludó Pinocho.–¡Eh! ¿Quién habla? –gritó Gepeto mirando a todas partes.–Soy yo, Pinocho. ¿Es que ya no me conoces?–¡Parece que estoy soñando! ¡Por fin tengo un hijo!Gepeto pensó que aunque su hijo era de madera tenía que ir alcolegio. Pero no tenía dinero, así que decidió vender su abrigo paracomprar los libros.Salía Pinocho con los libros en la mano para ir al colegio y pensaba:–Ya sé, estudiaré mucho para tener un buen trabajo y ganar dinero,y con ese dinero compraré un buen abrigo a Gepeto.De camino, pasó por la plaza del pueblo y oyó:–¡Entren, señores y señoras! ¡Vean nuestro teatro de títeres!Era un teatro de muñecos como él y se puso tan contento quebailó con ellos. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no teníanvida y bailaban movidos por unos hilos que llevaban atados a las manosy los pies.–¡Bravo, bravo! –gritaba la gente al ver a Pinocho bailar sin hilos.–¿Quieres formar parte de nuestro teatro? –le dijo el dueño delteatro al acabar la función.–No porque tengo que ir al colegio.–Pues entonces, toma estas monedas por lo bien que has bailado–le dijo un señor.Pinocho siguió muy contento hacia el cole, cuando de pronto:–¡Vaya, vaya! ¿Dónde vas tan deprisa, jovencito? –dijo un gato muymentiroso que se encontró en el camino.–Voy a comprar un abrigo a mi padre con este dinero.–¡Oh, vamos! –exclamó el zorro que iba con el gato–. Eso es pocodinero para un buen abrigo. ¿No te gustaría tener más?–Sí, pero ¿cómo? –contestó Pinocho.–Es fácil –dijo el gato–. Si entierras tus monedas en el Campo delos Milagros crecerá una planta que te dará dinero.–¿Y dónde está ese campo?r e c u r s o s–Nosotros te llevaremos –dijo el zorro.Así, con mentiras, los bandidos llevaron a Pinocho a un lugarlejos de la ciudad, le robaron las monedas y le ataron a un árbol.Gritó y gritó pero nadie le oyó, tan sólo el Hada Azul.–¿Dónde perdiste las monedas?–Al cruzar el río –dijo Pinocho mientras le crecía la nariz.Se dio cuenta de que había mentido y, al ver su nariz, se puso allorar.–Esta vez tu nariz volverá a ser como antes, pero te crecerá sivuelves a mentir –dijo el Hada Azul.Así, Pinocho se fue a la ciudad y se encontró con unos niños quereían y saltaban muy contentos.–¿Qué es lo que pasa? –preguntó.–Nos vamos de viaje a la Isla de la Diversión, donde todos losdías son fiesta y no hay colegios ni profesores. ¿Te quieres venir?–¡Venga, vamos!Entonces, apareció el Hada Azul.–¿No me prometiste ir al colegio? –preguntó.–Sí –mintió Pinocho–, ya he estado allí.Y, de repente, empezaron a crecerle unas orejas de burro. Pinochose dio cuenta de que le habían crecido por mentir y se arrepintióde verdad. Se fue al colegio y luego a casa, pero Gepeto había idoa buscarle a la playa con tan mala suerte que, al meterse en el agua,se lo había tragado una ballena.–¡Iré a salvarle! –exclamó Pinocho.Se fue a la playa y esperó a que se lo tragara la ballena. Dentrovio a Gepeto, que le abrazó muy fuerte.–Tendremos que salir de aquí, así que encenderemos un fuegopara que la ballena abra la boca.Así lo hicieron y salieron nadando muy deprisa hacia la orilla. Elpapá del muñeco no paraba de abrazarle. De repente, apareció elHada Azul, que convirtió el sueño de Gepeto en realidad, ya que tocóa Pinocho y lo convirtió en un niño de verdad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho este cuento, ¿qué os parece proponer páginas web relacionadas?, ahí va mi enlace:

http://w3.cnice.mec.es/recursos2/cuentos/index.htm

Anónimo dijo...

Muchas gracias por su participación, nos encantará poder utilizar este enlace que nos propones habilitaremos una entrada con dichos enlaces.

las monitoras